viernes, 10 de diciembre de 2021

El Camino de Silvia y Fredi (Octubre 2021)


 El Camino de Silvia y Fredi



ETAPA 0 – LA PREPARACIÓN DEL CAMINO DE SANTIAGO

 

¿Conocéis a alguien que pudiendo elegir una semana en Marbella, con alojamiento gratis, buen tiempo garantizado y playa, elija madrugar, caminar durante horas, agujetas y dolores? Pues si no conocéis a nadie así, os puedo presentar a Silvia, mi mujer.

Llevábamos años queriendo hacer el Camino de Santiago, pero nunca habíamos encontrado el hueco para hacerlo. Así que cuando surgió la oportunidad de juntar 9 días, decidimos no posponerlo más y nos pusimos a prepararlo. Debido al covid, nos daba respeto ir a albergues y dormir con mucha gente, por lo que decidimos reservar en hoteles, pensiones, hostales, donde pudiésemos dormir solos los dos.  Silvia se encargó de reservar los hoteles y yo me encargué de nada, un poco mi especialidad, aparte de planear las etapas que íbamos a hacer.

Otra de las cosas que teníamos que buscar era el desplazarnos hasta O Cebreiro para empezar y volver a Valladolid desde Santiago al terminar, solucionado gracias a la generosidad de nuestros amigos Chuchi y Azu lo primero y a los padres de Silvia, Tory y Angelines lo segundo.

Con la mochila preparada desde días antes, llegó el día de dejar nuestra casa y salir hacia el Camino. Es una sensación extraña la de andar con todo lo que vas a necesitar en los próximos días encima. Extraña al principio y para mí, agradable al final.

Para agradecer a nuestros amigos el favor, les invitamos a comer en el Palacio de Canedo (No barato y comida nada fuera de lo extraordinario ni en calidad ni en cantidad. Pero el sitio es espectacular). A pesar de ser Octubre, tuvimos un día espectacular. Después seguimos nuestro camino hasta Liñares, donde estaba nuestro albergue. Y digo bien, albergue ya que es el único sitio donde pudimos reservar lo más cerca posible de O Cebreiro, que estaba completo. La primera impresión del albergue XXXX no fue la mejor, ya que por fuera parece poco más que un establo. Por dentro está bien reformado y es cómodo y moderno. Después de dejar los bártulos, fuimos a O Cebreiro, donde pasamos la tarde, impregnándonos por primera vez del espíritu del Camino de Santiago, viendo a nuestros futuros posibles compañeros peregrinos y tomando alguna 1906 antes de cenar (mucho) y volver a nuestro albergue antes de las diez de la noche, la hora a la que, en nuestra nueva faceta de peregrinos, nos deberíamos acostumbrar a acostarnos. 



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